¿En qué consiste?
Según un estudio del 2012 de la Universidad de Harvard: las personas que montaban los productos por sí mismas valoraban tan buenas o mejores que las de otras marcas de alta calidad pero que ya compraban ensambladas o eran montadas por profesionales. Aquí tienes el estudio.
A través de cuatro estudios diferentes en los que los consumidores ensamblaron cajas IKEA, doblaron origami y construyeron juegos de Legos, determinaron las condiciones límite del denominado "efecto IKEA" que es el aumento en la valoración de los productos hechos por los consumidores. Según se extrae de la investigación los participantes consideraron que sus creaciones amateur tenían un valor similar a las de los expertos.
Lo que es interesante del estudio es que revela que el trabajo lleva al amor sólo cuando el trabajo se completa con éxito. Cuando los participantes construyeron y luego destruyeron sus creaciones, o no pudieron completarlas, el efecto IKEA se disipó. Es decir que para que el efecto IKEA tenga lugar debe cumplirse por un lado que lo construya la propia persona y por otro que lo haga con éxito.
¿Cómo relacionarlo con la motivación y gestión de equipos?
El efecto IKEA nos habla de cómo las emociones juegan un papel fundamental en nuestras apreciaciones y decisiones. Lo que despierta una emoción intensa en nuestro cerebro dejará una huella más fuerte. ¿Y qué hay más fuerte que el sentimiento de realización y éxito? La emoción de saber que somos capaces de hacer algo y además hacerlo bien.
Y esto es precisamente lo que es exportable a los equipos y a la gestión en los equipos, generar desafíos que requieran el aporte de todos los integrantes del equipo y que sirvan como hilo conductor, como objetivo para que el equipo refuerce su compromiso emocional. Los retos no son sólo experiencias que nos ponen a prueba, sino que nos movilizan en todos los sentidos: conductual, cognitivo y emocional. Y si a eso le añadimos hacerlo en grupo genera sentimiento de unión y por tanto pertenencia, que como sabes es una de las necesidades humanas más importantes.
Por tanto para conseguir el deseado Efecto IKEA, que en este caso es que las personas valoren lo que hacen y lo consideren mejor que el resto, es conseguir implicarles en un proyecto propio, en algo que consideren suyo, porque lo han construido ellos.
Se trataría por tanto de:
Esa es la clave, que sientan como suyo el proyecto al haberlo construido ellos con éxito. Es como el mueble de Ikea; los empleados construyen el proyecto y lo viven como algo suyo y por tanto se comprometen emocionalmente con él