¿Qué es el compromiso emocional?
Si tuviésemos que dar una definición de compromiso emocional podríamos decir que es aquello que se produce cuando las personas tienen una conexión con su trabajo y desean hacerlo no bien (implicación), sino lo mejor posible (compromiso). En definitiva se produce una inversión emocional por parte de los empleados en el desempeño de sus tareas y comparten e incluso asumen como suyos los objetivos o valores definidos por la organización.
Y es importante distinguir compromiso de implicación, aunque pueden parecer similares, se trata de conceptos prácticamente opuestos. Una buena manera de distinguirlo puede verla en este video:
En el lado opuesto del compromiso, está la falta de orgullo de pertenencia y la desvinculación del grupo o proyecto, que lleva a los mejores talentos a abandonarlo, comprometiendo incluso su éxito. Y es que curiosamente, es posible estar satisfecho laboralmente y sin embargo no estar comprometido.
Estar comprometido va más allá de un salario, un horario flexible e incluso unas retribuciones dinerarias acordes al nivel de estrés. El compromiso tiene que ver con como percibimos un conjunto de factores que nos hacen sentir que somos útiles, que nuestro trabajo tiene sentido y que estamos aportando valor a la sociedad.
Se trata por tanto de una motivación intrínseca que poco puede hacer la organización si la persona no esta en sintonía. Se trata de conseguir que las personas realmente crean en el proyecto, que se ilusionen con lo que podrán conseguir y que por tanto lo hagan suyo.
¿Qué factores potencian el compromiso emocional?
Varios estudios y autores afirman que diferentes factores influyen en el compromiso emocional, siendo los más interesantes algunos de los siguientes:
Recientemente (agosto de 2021) un estudio de la Universidad de Shandong , Weihai, China, nos habla de como el compromiso emocional está positivamente correlacionado con la experiencia del liderazgo, un hallazgo que apoya la creencia de que el liderazgo impulsa a los trabajadores comprometidos.
En este sentido, la investigación encontró que el liderazgo transformacional influye positivamente en la confianza de los empleados, la cual a su vez tiene una influencia positiva en el compromiso emocional de los empleados De tal forma que el liderazgo transformacional afecta positivamente el compromiso emocional de los empleados y por tanto la confianza de los empleados juega un papel intermediario entre el liderazgo transformacional y el compromiso emocional.
Frente al liderazgo transformacional está el liderazgo autoritario y el siguiente estudio comprobó en 412 profesores que ejercían este tipo de liderazgo disminuyeron el compromiso emocional al disminuir la confianza en la autoridad y aumentar el silencio organizacional.
Muy relacionado con el liderazgo transformacional es la creación de redes emocionales que supongan un sustento para todos los trabajadores. Según otra investigación científica que European Journal of Marketing publicó recientemente es muy importante que exista una conexión interpersonal dentro de la organización. Según los investigadores, la creación de una red emocional interna proporcionaría acceso directo a información y apoyo emocional que aumentarían la orientación al cliente y por tanto el compromiso emocional. Esta red emocional supondría por tanto, un soporte emocional a los trabajadores en momentos de crisis o en situaciones complicadas, ayudando a combatir el estrés y aumentando la satisfacción laboral, productividad y el bienestar.
Para crear estas redes emocionales, la organización debe crear políticas de reconocimiento activo que generen una cultura empresarial y que dinamicen el compromiso de los trabajadores.
Ya lo veíamos en este post, con el "efecto Ikea" que nos habla de cómo las emociones juegan un papel fundamental en nuestras apreciaciones y decisiones. Lo que despierta una emoción intensa en nuestro cerebro dejará una huella más fuerte. ¿Y qué hay más fuerte que el sentimiento de realización y éxito? La emoción de saber que somos capaces de hacer algo y además hacerlo bien genera un compromiso hacia nuestro trabajo.
Más allá de las quejas típicas, el líder y la organización deberían ser capaces de satisfacer las necesidades reales de sus trabajadores que tienen que ver con pertenencia, reconocimiento y singularidad.
En definitiva para que alguien reaccione, tienes que activar sus emociones, y para conseguir resultados, tienes que lograr que los demás se interesen. Las emociones son trascendentales y el compromiso emocional es esencial para motivar a los demás.